La Dirección General Impositiva (DGI) decidió prorrogar por un mes la cancelación de algunas obligaciones correspondientes a noviembre, que se debían abonar en diciembre y que ahora se podrán pagar en enero. Esto implica la postergación de los pagos a cuenta de tributos como el Impuesto a las Rentas de las Actividades Económicas (IRAE), el Impuesto al Patrimonio (IP) y el Impuesto de Control de las Sociedades Anónimas (Icosa). La disposición de aplazamiento abarca a los contribuyentes cuyas ventas, servicios y demás rentas brutas del ejercicio anterior originaron rentas gravadas por un monto inferior a 6 millones de Unidades Indexadas (UI). No incluye a grandes contribuyentes. (El Observador)

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